martes, 3 de marzo de 2009

MI ENTREVISTA

Hoy podeis ver en El Norte de Castilla, una columna dedicada a mi trabajo:

Miguel Ángel García Velasco ha publicado su primer libro 'Moraleja de las Panaderas. Refugio entre pinares' que busca reflejar la historia del pueblo a través del recuerdo de sus habitantes y su legado. Este joven, licenciado en Historia y que trabaja como agente de desarrollo local en Pedrajas de San Esteban, rinde con esta publicación un homenaje a sus descendientes maternos. El libro ha sido editado por la Diputación Provincial de Valladolid dentro de la colección en Tierras de Valladolid.
-¿Cómo surge la idea de la publicación?
-Pues porque nadie se había dedicado a investigar lo que es el pueblo; existe publicada alguna cosa en el catálogo monumental pero nadie había tenido la curiosidad de investigar en sus raíces. En mi familia (es el pueblo de su madre) se hablaba muchas veces de cómo era la iglesia y de cosas que se han ido perdiendo y me entró el gusanillo por investigar. Poco a poco recopilé datos y empecé a escribir. Descubrí que en los archivos hay multitud de documentación todavía por explorar.
-Personalmente, ¿qué le aporta este trabajo? -Mucho, porque como estudiante de Historia me sentía en deuda con mis raíces. Gracias a este libro creo haber cumplido parte de esa deuda.
-¿Y al lector?
-Principalmente va dirigido a los vecinos del pueblo y su entorno, pero además los datos que aporto con tablas y gráficos de la comarca medinense pueden servir a otros investigadores para hacer una historia del medio rural más coordinada y no a retazos.
-¿Cómo ha sido el trabajo de investigación? -Han sido cinco años de recopilación de datos con centenares de anécdotas y los viajes en tren hasta Medina y desde allí en bici al pueblo. Lo más grato fue descubrir dos libros del siglo XVIII que nadie sabía que existían.
-¿Seguirá escribiendo? -Tengo en mente realizar un estudio sobre el ferrocarril, pero será más adelante.

miércoles, 18 de febrero de 2009

LA CIUDAD DE LOS ALMIRANTES


La ciudad de los almirantes, una de las tres localidades vallisoletanas con el título de ciudad, nos recibe en la Tierra de Campos, tan interesante como despoblada. A su alrededor la despoblación y los campos amarillos abundan rodeando Medina de Rioseco. Una ciudad muy bonita, en la que están explotando el turismo, gracias al acierto de Artemio, su alcalde y las potencialidades de su Semana Santa, su Canal de Castilla y su Museo de San Francisco.

Al ser una de las zonas más desfavorecidas de la provincia, han inyectado mucho dinero pero de forma positiva. Si quereis ir a comer, os recomiendo el Restaurante Pasos, eso sí, elegid bien, pero es muy bonito y se come genial. Una época: cuando querais, se puede ver naturaleza, religión e incluso recuerdos ferroviarios de su ferrocarril (tren burra 1884-1969). También se pueden comer buenos pasteles en Cubero o Marina, o buenas pastas en la "Flor de Castilla". Su Semana Santa con 15 cofradías, una auténtica pasada y un museo digno de esta religiosidad. Algún año lo podré comprobar in situ, por las calles como la Rúa Mayor.

La ciudad de los Almirantes, de los Enriquez os da la bienvenida. Un lugar para conocer y repetir.

domingo, 8 de febrero de 2009

FOTOGRAFIAS QUE HABLAN


Hace casi tres años cuando realicé esta foto, me vino a la mente un significado que siempre ha ido acompañada de la misma: un puente, dos caminos, una amistad y el futuro.
Veníamos de un finde en Tolbaños espectacular y mi mente sabía que no se iba a repetir, por mucho que se intentara. El puente fue la despedida: las obligaciones profesionales, personales y laborales lo indicaba y el puente era el lugar. Esta foto refleja mucho: recuerdos, alegría, fiesta, amistad.... sin embargo lo que iba a traer, todavía tengo que asimilarlo. Los pájaros vuelan, los años pasan y las mentalidades cambian. Si las aves vuelan los que nos quedamos debemos aclimatarnos a lo existente y pensar en futuras fotografías que comentar.