martes, 16 de junio de 2009

LA LÁGRIMA DE CANDÁS


Hacía mucho tiempo que no escribía en el blog y no porque no tenga temas de conversación o sentimientos que plasmar, sino que mi quehacer diario ha sido tan intenso que no he tenido tiempo siquiera para relajarme y pensar en lo que poder escribir.
Estuve de vacaciones, en la tierra afortunada. Esta vez me llevé a mis dos chicas, la que da abrazos y la que me lleva a los sitios. Fueron unos días muy intensos, pero a la vez divertidos e inolvidables. Visitamos Cares, Ruta del Alba, Oviedo, Avilés, Salinas, Piedrajas Blancas, Gijón, Luanco... y sobre todo Candás. Muchos lugares pero en ningún momento he notado pesadez sino al contrario.

Volví a Candás y volví a tener las sensaciones del año pasado. Es un sitio cuya gente me acoge con mucha familiaridad, un sitio peculiar, mi hogar asturiano. Antes estaba deseando ir a Asturias, ahora el pensar en Asturias, es tener ganas de pasear por Candás. Sobre todo con la buena gente que hay y que vez tras ver me transmiten una amistad y una confianza, fuera de lo común. Lo peor era la vuelta, el salir de Candás, y empezar con las curvas del Huerna. Inevitablemente apareció la lágrima de Candás, como ya hizo acto de presencia en la Estación de Gijón de vuelta de la impresionante boda.

lunes, 13 de abril de 2009

GRANADA: CUIDAD DE CONTRASTES


Granada, la ciudad de contrastes. Del romanticismo de la Alhambra, a las cuevas flamencas de Sacromonte. De la limpieza del entorno turístico, a las múltiples pintadas en toda la ciudad. De la pijotería granadina, al rollo alternativo tan frecuente allí. Dicen los andaluces que Granada es la ciudad más castellana de las existentes. Seguramente algo tendrá que ver la presencia de los Reyes Católicos y Carlos V con su séquito durante muchos años, para que se empaparan de este carácter. Son gente seria, apacible, pero seria, lo cuál lloca con otras ciudades sureñas. La ciudad es bonita, con la Alhambra, la catedral, el Albaicín y Sacromonte... siempre con Sierra Nevada como testigo presencial. Para destacar el tinto de verano las tapas, lo que no hay que perderse, junto a las procesiones, que éstas no te las pierdes sino que te las encuentras por donde quieras ir.

Una ciudad para visitar obligatoriamente.

martes, 24 de marzo de 2009

LA HERMANA PEQUEÑA


Si Asturias es la hija predilecta, la querida por todos, a la que se perdonan las travesuras. Cantabria es su hermana pequeña. Cierto es cuando los cántabros comentan que Santander y Cantabria son dos cosas diferentes, doy fe, y lo mejor de ello, es que Cantabria deja a Santander a la altura del betún, pese a la belleza de la ciudad costera y de agrio carácter. A mí me conquistan por el cuajo y Cantabria también lo tiene, no tanto como Asturias pero no nos podemos quejar: anchoas, queso, chocolate, orujos, sobaos, quesadas.... y un no parar. En una rápida visita estuvimos en Sarón, pueblo con muchos servicios y muy moderno en cuanto a estructura; Selaya con la fiesta de los viernes y la confrontación "vaqueros" Vs Juventud de curiosa disyuntiva; Comillas con la belleza de una ciudad con marqueses, casco viejo y playas; Santillana del Mar, con una colegiata que vale su peso en oro aunque excesivamente turístico; Suances, demasiada segunda vivienda y error al ver la playa deseada (marcar las direcciones no son lo suyo)... Para terminar en Solares ¿cuándo acabaremos con el suplicio snif snif) y Liérganes, una belleza medieval que no conocía y que recomiendo su visita pues merece la pena.

Una vuelta por la cantabria rural que pretendo repetir no tardando.